Lewis Carrol, Alicia a través del espejo

El país lento

Alicia miró alrededor suyo con gran sorpresa.

-¡Vamos! ¡Vamos! -gritó la Reina-. ¡Más rápido! ¡Más rápido!
Y continuaron tan velozmente que, por último, parecían deslizarse por el aire, casi sin tocar el suelo con los pies. Hasta que de pronto, justo cuando Alicia estaba quedando del todo exhausta, se detuvieron, y la niña se encontró sentada en el suelo, sin aliento y mareada.
La Reina la apoyó contra un árbol y dijo amablemente:
-Ahora puedes descansar un poco.
Alicia miró a su alrededor muy sorprendida.
-¡Vaya, creo que hemos estado bajo este árbol todo el tiempo! ¡Todo está como estaba!
-Por supuesto -dijo la Reina-. ¿Qué esperabas?
-Bueno, en nuestro país -dijo Alicia, jadeando todavía un poco-, si una corre muy rápido durante un largo tiempo, como hicimos nosotras, llega a algún otro lugar.
-¡Qué país tan lento! -dijo la Reina-. Aquí, como ves, tienes que correr todo lo que puedas, para mantenerte en el mismo lugar. Si quieres llegar a alguna otra parte, debes correr por lo menos el doble de rápido.

9 pensamientos en “Lewis Carrol, Alicia a través del espejo

  1. Lewis Carroll, el absurdo y su profunda ironía. Ojalá, tuvieran oportunidad de leer el poema épico: «La caza del Snark». Tal vez, les cause también cierta perplejidad, por decir lo menos; sino es que indiferencia. ¿No valdría la pena preguntarse, en donde reside la causa de nuestra perplejidad ante el lenguaje de Carroll en gran parte de su obra?

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